A miércoles 20 de julio el diario Público, cuya orientación política podríamos situarla a la izquierda dentro del marco del PSOE (con coqueteos con otras formaciones de vez en cuando), pero que en más de una ocasión ha publicado y sigue publicando artículos políticamente comprometidos y que no aparecen en otros periódicos, es quizás el medio informativo de masas que por primera vez sitúa sobre la mesa el problema de la gentrificación rosa que los gays varonesestán llevando a cabo sobre diversas zonas del centro de Madrid. Lo reproducimos aquí como aviso de este problema, que a día de hoy muchos gays, incluso maricas politizados, niegan (siempre es poco divertido situarse como opresor si se asuma una etiqueta de oprimido). La gentrificación va pareja a la homofobia, aunque ésta vaya pintada de gayfriendly, y esta situación no beneficia al conjunto de la comunidad disidente sexual y de género, aunque cierto porcentaje de ella se vea beneficiado a corto plazo.
Vecinos gays y hipsters provocan el aumento del precio de las viviendas en barrios de grandes ciudades
Lavapiés, Chueca y Malasaña en Madrid son los barrios que más han aumentado el precio de la vivienda en los últimos tres años tras la colonización de los nuevos colectivos.
PÚBLICO
MADRID.- En los últimos años, los vecinos tradicionales de barrios como Malasaña, Chueca o Lavapiés han ido abandonando sus viviendas en detrimento de otros colectivos que han «colonizado» la zona. Se conoce como proceso de gentrificación.
El perfíl del nuevo colonizador de estos barrios, que por lo general son céntricos, son jóvenes, de nivel adquisitivo medio alto, con un nivel de estudios superior o universitario y que vive sólo o en pareja, sobre todo los llamados hipsters y bohemios y el colectivo gay.
Estos nuevos colectivos, de mayor poder adquisitivo que los anteriores habitantes, han revalorizado los precios de las viviendas y han convertido algunas zonas poco valoradas en áreas de moda, según un informe publicado por el buscador de pisos Mitula. En barrios como Malasaña los precios de las viviendas han aumentado un 23,3% en los últimos tres años.
Chueca, de la prostitución al ambiente «gay friendly»
El famoso barrio de Chueca, conocido por ser el epicentro del colectivo gay, ha ido revalorizando sus viviendas desde los años 80, cuando era un barrio marcado por la prostitución, la delincuencia y el tráfico de droga, lo que provocaba que sus viviendas apenas tuvieran demanda y que sus precios inmobiliarios quedaran estancados.
La apertura de tiendas, locales de ocio y la publicidad homosexual del barrio, animó a muchos miembros de este colectivo a trasladarse a vivir allí. En consecuencia, el precio de la vivienda ha aumentado un 4,23% en los últimos tres años, llegando a costar el metro cuadrado de las viviendas más de 4.100 euros.
El perfil de los nuevos habitantes se trata principalmente de un hombre de entre 20 y 50 años, homosexual, con un medio-alto y fuertes intereses culturales y de ocio. Además, Chueca es la zona del distrito Centro con más hogares unipersonales (el tamaño medio del hogar es de 1,97 personas) y es también es la zona con mayor porcentaje de ciudadanos con educación superior y carrera universitaria.
Un 23% más caras las viviendas en Malasaña
El caso de Malasaña, la zona que fuera cuna de la Movida madrileña en los años 80 del siglo XX, es uno de los barrios que más tarde ha comenzado su proceso de gentrificación. Tras la movida, este barrio situado entre Fuencarral y Gran Vía, estuvo marcado, como Chueca, por el estigma de la prostitución y la droga.
El proceso de gentrificación fue diferente al sucedido en Chueca. En Malasaña, la devaluación de las viviendas atrajo a nuevos vecinos y, en paralelo, algunas obras (como la rehabilitación del cuartel de Conde Duque), ayudaron a impulsar la renovación urbana.
El perfil típico del barrio, vecinos mayores de 65 años en su gran mayoría, han dado paso al colectivo denominado Hipster (personas con un marcado interés por lo vintage, lo alternativo y lo independiente). Esta renovación ha supuesto que en los últimos tres años el precio de la vivienda en Malasaña ha aumentado un 23,3%, siendo la zona que ha experimentado un aumento de precios más elevado de todo Madrid.
El aumento de la vivienda se debe, según el estudio, al cambio de habitantes hacia unperfil más joven, de entre 25 y 45 años, con estudios superiores, consumidor habitual de cultura y que vive en pareja pero todavía sin hijos (el hogar medio está formado por 1,98 personas).
De la prostitución a la bohemia en Lavapiés
El céntrico barrio tradicionalmente obrero, humilde y receptor de inmigración también ha cambiado en los últimos años de forma exponencial. Lavapiés, con la apertura de nuevos comercios y bares, ha atraído a población más jóven, de unos 30 años, con estudios superiores, que viven en pareja y que empiezan a tener hijos.
El parque de viviendas, por ejemplo, se ha revalorizado, pasando de 2.897 euros por metro cuadrado a más de 3.000 en apenas tres años (un incremento del 5,18%, según el estudio). El nuevo colectivo que ha colonizdo el barrio son los llamados bohemios, jóvenes con marcado interés con la cultura, estilo físico cuidadosamente desenfadado y poder adquisitivo medio-alto.
La conclusión a la que ha llegado el estudio es que, los vecinos y nuevos colectivos influyen en el precio de las viviendas. Este proceso de gentrificación también se ha experimentado en otras ciudades como Barcelona, con el barrio del Raval o en Valencia, con El Carmen o Ruzafa, que se han convertido en zonas de moda. Esta transformación ha llevado nuevos perfiles a las antiguas viviendas. Barbas, tirantes y sombreros son los ejemplos estéticos de este cambio.