Extraído del blog La Rebelión de las palabras, nos llega esto desde Melbourne, Australia. Una buena muerta más del papel anarquista contra la asimilación de nuestros deseos e identidades sexuales. Un cálido saludo desde Madrid.
Recojo del blog Rabble y traduzco al castellano el siguiente comunicado acerca de lo ocurrido durante la Marcha del Orgullo Gay de este año en Melbourne, Australia, cuando un grupo autónomo de queers y transgénero anarquistas, realizaron una sentada no-violenta bloqueando el desfile, abriendo un espacio de ruptura que aprovecharon para denunciar la vinculación de lxs organizadorxs del evento con las grandes corporaciones, la policía y el Estado, y para recordar el auténtico origen combativo e insurreccional de la conmemoración que hoy, bajo la etiqueta de “Día del Orgullo Gay”, se limita a una festividad patrocinada por multinacionales asesinas, partidos socialdemócratas, ONG’s oportunistas y otras entidades recuperadoras.
La acción de lxs compañerxs fue respondida por la violencia y abusos de la policía y de la propia gente que participaba del desfile institucionalizado, que cargaron contra lxs activistas queer y trans rociándoles con una manguera, tirándoles cubos de agua teñida de color amarillo, insultándoles y golpeándoles.
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Comunicado sobre la interrupción del Orgullo Gay en Melbourne, Australia
Hoy, en la marcha del “Orgullo” en Melbourne, en tierra Boon Wurrung, un grupo de activistas queer y transgénero realizaron una sentada pacífica con el objetivo de interrumpir el desfile. Llamamos la atención sobre los vínculos del “Orgullo” con corporaciones destructivas con el medioambiente y socialmente injustas así como con la policía y los partidos políticos que institucionalizan sistemas de opresión.
Nuestro grupo quiso recordar a la gente que el “Orgullo” no es simplemente una celebración, sino una protesta luchando por la liberación de todxs lxs dañadxs por la heteronormatividad, la cisnormatividad, la misoginia, el capacitismo, el racismo y otras formas de opresión.
Varixs espectadorxs – muchxs de lxs cuales estaban bebiendo alcohol en el pub adyacente – nos asaltaron violentamente. Nos rociaron con una manguera, nos lanzaron grandes cubos de agua teñida de amarillo, nos lanzaron botellas de cristal y algunxs intentaron tomar violentamente una bandera transgénero. La policía de Victoria y algunxs asistentes al “Orgullo” también asaltaron a una persona física y visiblemente discapacitada que participaba. Como era de esperar, la policía de Victoria era reacia a tomar medidas contra los asaltantes hasta que uno de ellos fue golpeado con agua.
Las personas de color que eran queer y transgénero recibieron una violencia racista magnificada de la policía. No hay orgullo en un Estado policial racista y en la violencia policial. La policía no es bienvenida en las marchas del “Orgullo”. Nos oponemos a la participación de la policía del mismo modo que nos oponemos a la participación de corporaciones anti-queer.
Este es el momento de llamar la atención sobre la historia del Orgullo. Momentos significativos en la historia queer y trans incluyendo los disturbios de Stonewall encabezados por mujeres trans de color, han implicado interrupción y acción directa los cuales siempre se han encontrado con la violencia. En particular, el uso de una manguera invoca la memoria colectiva de la violencia policial sancionada por el Estado, excepto que ahora estaba conducida por participantes en la “celebración” del Orgullo.
Nos gustaría tomar este momento para reiterar por qué estábamos allí:
Vemos a las corporaciones usando la marca “LGTBQI+” del “Orgullo” para darle un “pinkwashing”* a sus prácticas opresivas. Por ejemplo, corporaciones multinacionales como NAB y ANZ son las máximas financiantes de los combustibles fósiles en todo el mundo. AGL, un patrocinador clave de Midsumma, invierte en combustibles fósiles causando un peligroso cambio climático. Todos ellos son cómplices en el ecocidio de la tierra y el genocidio de los pueblos de las Primeras Naciones**.
Jetstar, parte de la red Qantas, está envuelto en la deportación forzosa de personas que buscan asilo, algunas de las cuales son queer y diversas. No hay orgullo en las deportaciones. Muchas de esas personas están siendo deportadas a países en los que la homosexualidad está criminalizada, y podrían afrontar violencia y largos encarcelamientos de hasta 14 años como resultado de su sexualidad. Con otras corporaciones como Coles, el “pinkwashing” cubre su consistente hiper-explotación de trabajadorxs en su cadena de suministros, que particularmente afecta a las personas queer y transgénero negras y latinas más pobres.
El desfile del “Orgullo” defendiendo el matrimonio sancionado por el Estado ignora la historia de la resistencia queer a la institución patriarcal del matrimonio. El matrimonio no ayuda a las mayoritariamente marginadas personas queer y trans que necesitan un buen apoyo de vivienda y bienestar en una sociedad homófoba y tránsfoba.
Los actuales recortes sanitarios en cuidado de patologías introducidos por el gobierno liberal federal particularmente afecta a las personas trans pobres que necesitan análisis de sangre para hormonarse, entre otros requisitos. Pedimos sanidad gratuíta y un apoyo habitable para todxs.
Nos preguntamos, “¿Para qué es la marcha del “Orgullo” de Melbourne?” ¿Y para quién? Lo ocurrido en la marcha del “Orgullo” en Melbourne en 2016 fue una desgraciado despliegue de violencia y opresión dirigido hacia las personas queer y transgénero que estaban protestando contra las corporaciones, la policía y la cooptación del partido político conservador de un evento que estaba destinado a ser sobre la liberación colectiva de la opresión.
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Notas de La Rebelión de las Palabras:
* “Pinkwashing”, traducible literalmente por “lavado rosa”, es el uso del apoyo a la corriente principal, corporativa y mediática de los “derechos homosexuales” como un velo para excusar otros comportamientos opresivos y de abuso, procurándose un maquillaje “ético”; se trata de algo similar al llamado “Greenwashing”, que hace referencia a las corporaciones que disfrazan sus agresiones a la naturaleza y el medioambiente con las falacias del “desarrollo sostenible” o la “energía renovable” para intentar parecer más “comprometidas” y proteger la imagen de sus negocios de la mala publicidad).
** Al hablar de “los pueblos de las Primeras Naciones” se muestra la traducción literal de “First Nations peoples”. Se refiere aquí a pueblos indígenas/primigenios/originarios cuya cultura fue usurpada, devaluada y enterrada y cuyas comunidades fueron aplastadas, diezmadas, conquistadas, esclavizadas y expoliadas por las maquinarias imperialistas occidentales de ayer y de hoy.